La alegría se ha desbordado en el barrio vallecano de Los Pinos de San Agustín después de que el juzgado haya decidido archivar el desahucio del bar La Esquinita, todo un emblema para el vecindario.

La colonia de San Agustín de Puente de Vallecas es una fiesta, tras la decisión del juzgado de suspender el desalojo del bar La Esquinita, según informa la Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid (FRAVM), que había previsto para este miércoles una concentración para evitar la ejecución del desahucio. En su lugar, ha transformado la protesta en una celebración para festejar que la causa ha sido archivada.

La FRAVM recuerda que desde el primer intento de desahucio del local, que fue paralizado el pasado 5 de julio gracias a la solidaridad del vecindario, sus propietarios, los Hermanos Santos, no han querido negociar con Maribel y José (la pareja que regenta La Esquinita) e incluso instaron al juzgado a desplegar todos los medios necesarios para ejecutar el citado lanzamiento. Además, los abogados denunciaron que su procurador sufrió «supuestas agresiones verbales y físicas» por parte de vecinos aquella jornada. Algo de lo que no hay constancia.

Así, la Asociación Vecinal Los Pinos de San Agustín había redoblado su empeño para convocar a la vecindad a defender un bar que lleva abierto en el barrio más de 40 años.

«No vamos a permitir que estos buitres cierren nuestro bar de toda la vida, que se produzca esta injusticia, cuando los Hermanos Santos tienen muchísimos pisos y locales, en el barrio y fuera de él», ha asegurado Mariano Monjas, presidente de la entidad ciudadana.

Los vecinos paralizan el desahucio del bar La Esquinita (Foto: FRAVM)
Los vecinos lograron paralizar el desahucio el pasado 5 de julio (Foto: FRAVM)

La Esquinita, de apenas 30 metros cuadrados, es toda una institución en el barrio vallecano y el único superviviente de una galería comercial que en su día daba de comer a 60 familias. La galería y el local son propiedad de los hermanos Santos, que los explotan a través de la Inmobiliaria Sandi, y disponen de decenas de pisos, garajes y locales comerciales en Puente y Villa de Vallecas y otros distritos como Salamanca, Retiro, Latina o Moncloa. La Inmobiliaria Sandi aprovechó el retraso en el pago tres recibos de alquiler para denunciar a María Isabel y Juan José y conseguir la orden de desalojo. Estos, sin embargo, afirman que no tienen ninguna deuda con la inmobiliaria ya que la canceló en el plazo de diez días que marcó el juzgado.

Para Maribel, «quieren vaciar la galería para hacer otros negocios con ella». Por su parte, Juan José, que padece una enfermedad grave, se lamenta de que «siempre hemos pagado y no tenemos ninguna deuda, pero con la crisis a veces nos retrasábamos. No es fácil pagar los 750 euros de alquiler».