El Rayo Vallecano se despide de la competición con la cabeza alta. A pesar de perder por tres goles a cero frente al Atlético de Madrid en el Vicente Calderón, el cuadro de Paco Jémez plantó cara hasta el final. Lo peor, la lesión de Diego Llorente. (Foto: Rayo Vallecano)

No pudo ser. El empate a uno en el partido de ida entre el Rayo Vallecano y el Atlético de Madrid, disputado en Vallecas la semana pasada, dejaba la eliminatoria abierta y con posibilidades para ambos equipos, pero al final la efectividad de los colchoneros ha sido determinante y el Rayo dice adiós a la Copa tras perder por 3-0 este jueves en el Calderón.

Así, el Atlético de Madrid se clasifica para cuartos de final gracias al gol de Correa y a los dos tantos de Griezmann. El equipo de Simeone se adelantó en el marcador en el minuto 39, con un gran disparo de Correa que se estrelló en el larguero antes de entrar al fondo de la red de Yoel. Tras una primera parte sin muchas ocasiones, Griezmann sentenció el encuentro con dos goles en la segunda mitad: uno de chilena en el minuto 79 y el otro poco antes del pitido final.

A parte de la eliminación, la peor noticia para el Rayo Vallecano fue la lesión de Diego Llorente, que se tuvo que retirar del campo en el minuto 54 después de sufrir un pisotón por parte de su compañero Baena. Por otro lado, el encuentro propició la primera titularidad de la temporada al canterano Jonathan Montiel.

Ahora, los esfuerzos del Rayo se concentran en preparar el siguiente partido de Liga frente al Valencia, que disputará este domingo a las 12 de la mañana en Mestalla. El cuadro de Paco Jémez necesita una victoria para volver a creer en sí mismo, romper la racha de malos resultados y salir de las posiciones de descenso.

«La idea es seguir adelante y centrarnos en la Liga. Sacar conclusiones y que nos valgan para el domingo», aseguró en la rueda de prensa posterior al partido el técnico rayista, quien se mostró confiado en que Javi Guerra «volverá a marcar tarde o temprano».