El Ejecutivo de la capital propone actuar por tramos y conectando EMT y cercanías al norte y sur de la línea 1 de Metro de Madrid. La concejala de Movilidad, Inés Sabanés, apunta que la propuesta de la Comunidad ha sido «improvisada y claramente ineficiente».
El Ayuntamiento de Madrid ha presentado su propuesta de movilidad ante los cortes de la línea 1 de Metro, que consiste en un servicio de refuerzo que permita acceder a los ciudadanos a la red de transporte público de alta capacidad de la forma más eficiente posible.
13.000 viajes en hora punta afectados
La línea 1 de Metro moviliza unos 13.000 viajes en hora punta. Metro de Madrid ha propuesto un servicio de autocares como alternativa al corte que planea llevar a cabo en este trayecto subterráneo, desde mayo y hasta septiembre de este año 2016.
El Ayuntamiento de Madrid considera que este servicio alternativo absorbería un máximo de 1.700 pasajeros en hora punta, por lo que de los 220.000 viajes que usan la línea diariamente, «unos 100.000 se quedarían sin una alternativa razonable de transporte con este servicio sustitutorio planteado por la Comunidad de Madrid».
Intermodalidad y uso eficiente del transporte público
Ante este cálculo, la concejala de Medio Ambiente y Movilidad, Inés Sabanés, apuesta por una solución que se apoye en el resto del sistema de transporte, que trasladará en breve al Consorcio Regional de Transporte de Madrid.
Así, el Área de Gobierno de Medio Ambiente y Movilidad propone dos servicios especiales de autobuses de EMT que conecten con la red de cercanías en las cabeceras del tramo afectado. El objetivo es, indican, «apostar por la intermodalidad»:
• El primer servicio cubriría el tramo Sierra de Guadalupe – Atocha, con el objetivo de que los ciudadanos puedan intercambiar en Atocha al resto de modos. Aquellos vecinos de Vallecas que necesitasen ir al norte de la ciudad podrían ir a Sierra de Guadalupe, para combinar viaje con el Cercanías y ahorrar tiempo de viaje. El Ayuntamiento señala que con la intermodalidad y el refuerzo de las líneas actuales de autobuses que transversalmente conectan el distrito con su corredor de cercanías, como la 103 y la 136 que conectan con las estaciones de El Pozo y Entrevías, el tiempo del trayecto sería sensiblemente reducido.
• El segundo servicio cubriría los tramos Chamartín – Cuatro Caminos, para reforzar la accesibilidad del barrio de Tetuán que se quedaría poco cubierto durante los meses que duren las obras. De este modo, se facilita el acceso a Chamartín para permitir la intermodalidad a los viajeros que necesitasen desplazarse al sur de la ciudad o el distrito de Vallecas.
Actuación por tramos, no corte total
El Ejecutivo de Cibeles apoya su propuesta también en la posibilidad de hacer la actuación por tramos para «priorizar el mínimo impacto en la movilidad de los ciudadanos y evitar las muchas molestias que se prevén». Considera que esta parcialización es plenamente viable «tras consultarlo con técnicos expertos en transporte ferroviario», acometiendo primero los que tienen mayores deficiencias, y trabajar en la remodelación integral de estabilización del túnel, actuación en catenaria y vía. Serían trabajos de una duración estimada de tres o tres meses y medio calendarizados de la siguiente manera:
– 2016: Atocha RENFE – Tribunal
– 2017: Tribunal – Plaza Castilla
– 2018: Atocha Renfe – Sierra de Guadalupe
Propuesta de la CAM improvisada y sin diálogo
Inés Sabanés ha afirmado que la propuesta «unilateral de la Comunidad de Madrid es una improvisación que puede generar problemas serios en la gestión de la movilidad de la ciudad. Muchas cosas no han sido previstas y otras han sido previstas a unos niveles de servicio que no son aptos para un sistema de transporte como el de la ciudad de Madrid».
Además, tras la publicación de la licitación del concurso de Metro esta semana para el servicio alternativo al corte total de la línea, el Ejecutivo de la capital ha observado «serias deficiencias en su planificación», como que generará mayor tráfico rodado y atascos continuos durante cuatro meses.
Incide también en que la Comunidad no ha previsto las ubicaciones ni mobiliario adecuado de las paradas, ni reservas de aparcamiento para facilitar la operación de acercamiento de los autocares, así como «tampoco ha planificado las zonas donde los autobuses deben realizar las operaciones de regulación en las cabeceras».
Las condiciones del pliego permiten que el servicio sea realizado en autocares
El Ayuntamiento afirma que una flota de autocares no respondería a la demanda de necesidades diarias de transporte metropolitano: carritos de bebé, carros de la compra o sillas para personas de movilidad reducida «quedarán excluidos con esta opción». Por ello, exige la modificación del pliego para que se restrinja a empresas que operen el servicio con autobuses de clase I.
Sabanés ha solicitado a Metro de Madrid y a la Comunidad de Madrid «el diálogo suficiente para buscar una alternativa a la movilidad de los ciudadanos, no solo cubrir el expediente diciendo que se prestará un servicio sustitutorio a todas luces insuficiente. Si las actuaciones en la línea 1 eran tan necesarias, cómo no se ha contado con el Ayuntamiento desde un principio, cómo se saca a licitación un pliego de servicio de autobuses por procedimiento urgente, cómo desde el CRTM no se ha planteado soluciones con todos los operadores y administraciones afectados», ha concluido.