El Bosque Metropolitano, que rodeará la ciudad por el este, comenzará a ejecutarse en los distritos de Vicálvaro y Villa de Vallecas. Dos de las áreas más vulnerables a los efectos del cambio climático y la desertización.

Uno de los proyectos estrella del Gobierno del Ayuntamiento de Madrid es el llamado Bosque Metropolitano, que se iniciará durante este mandato 2019-2023 y cuyo desarrollo está previsto en los próximos doce años. Se trata de una zona verde con una longitud de 75 kilómetros que rodeará la ciudad por el este y cerrará el cinturón forestal.
El proyecto supondrá la integración de este tipo de infraestructuras verdes como parte fundamental del modelo urbano, según ha explicado la vicealcaldesa Begoña Villacís. La primera fase arrancará en el arco del sureste, en los distritos de Vicálvaro y Villa de Vallecas con el objetivo de combatir los efectos del cambio climático y la desertización. «En esa zona existe actualmente menor disponibilidad de zonas arboladas y es un área más vulnerable», ha dicho Villacís.
Esta primera fase tendrá una inversión de 75 millones de euros y en ella se plantarán más de 100.000 árboles nuevos de especies autóctonas. El gobierno municipal estima que cuando el Bosque Metropolitano finalice, la ciudad estará completamente rodeada por un bosque, que se apoyará en zonas verdes ya existentes. Estas se conectarán para crear un corredor ecológico con la mayor continuidad espacial posible.

Las previsiones apuntan a que cuando el bosque alcance la madurez, tendrá la capacidad de la absorber 170.000 toneladas de CO2. Otros beneficios que aportará a la ciudad son «el filtrado de contaminantes, la sombra y regulación térmica, la reducción del ruido y la creación de espacios de recreo para los ciudadanos».
El Bosque Metropolitano se basa en la idea de que el crecimiento de la ciudad no debe hacer retroceder la naturaleza. En este sentido, se trata de una red estratégicamente planificada de zonas y elementos naturales y seminaturales, diseñada y gestionada para proporcionar un amplio abanico de servicios ecosistémicos y proteger la biodiversidad.
«Vamos a conseguir que todos los vecinos de Madrid sean parte de este proyecto, que los niños de todos los colegios planten sus semillas. Creemos en la iniciativa público privada y estamos involucrando a muchas empresas que trabajan en Madrid y que quieren aportar su granito de arena», ha concluido Villacís.