Este procedimiento consiste en la colocación del neonato sobre el pecho materno, sin interposición de ropa, inmediatamente después de su nacimiento. Se han demostrado los beneficios fisiológicos y emocionales tanto para la madre como para el recién nacido.
El Hospital Universitario Infanta Leonor, situado en el distrito de Villa de Vallecas, permite el contacto ‘piel con piel’ entre el recién nacido y su madre en los partos por cesárea al igual que en los vaginales, debido a «los beneficios fisiológicos y emocionales que este procedimiento tiene para ambos».
El contacto ‘piel con piel’ se realiza tanto en cesáreas programadas como en cesáreas no urgentes, siempre que «no existan contraindicaciones médicas» que pongan en riesgo la seguridad de madre y neonato, según indica el centro.
Este procedimiento, implantado a finales de junio de 2016 en este hospital público de la Comunidad de Madrid, consiste en la colocación del neonato sobre el pecho materno, sin interposición de ropa, inmediatamente después de su nacimiento por cesárea.
En el primer año de funcionamiento de esta iniciativa en el Hospital Universitario Infanta Leonor se han realizado un total de 445 cesáreas, siendo posible el contacto ‘piel con piel’ en más de la mitad de ellas (51,2%).
Una vez finalizada la cesárea, la madre y el recién nacido son trasladados para su control y recuperación postoperatoria al paritorio, donde pueden estar acompañados por el padre del bebé u otra persona elegida por ella. Cuando la situación clínica de la madre no le permite hacer el ‘piel con piel’, se facilita al acompañante la posibilidad de realizar este procedimiento con el recién nacido en la planta de hospitalización de obstetricia.
Beneficios demostrados
La cesárea es un procedimiento quirúrgico que ha ido en aumento en los últimos años, suponiendo alrededor del 20% de los nacimientos en todo el mundo. El parto por cesárea sigue estando sujeto a los protocolos de cirugía y de reanimación, lo que puede retrasar el contacto del recién nacido con sus progenitores y el inicio de la lactancia materna.
Dentro de las estrategias de atención al parto, se establece el contacto piel con piel inmediato tras el nacimiento entre la madre y el recién nacido «como un estándar de calidad recomendado por el análisis de las experiencias, las investigaciones actuales y la evidencia científica disponible». En este sentido, está demostrada su repercusión positiva sobre la adaptación del recién nacido al medio, el establecimiento del vínculo entre la madre y el hijo, y la instauración de la lactancia materna.
En caso de cesárea, además, se dan otros beneficios añadidos: mejora la percepción de la madre hacia su parto, ayuda a que la experiencia del nacimiento se viva de forma más grata y evita la sensación de pérdida, decepción o tristeza «que con frecuencia pueden presentar las mujeres cuando no tienen la posibilidad de realizar el contacto inmediato con su bebé».
De igual forma, fomentar el acompañamiento de la mujer durante su recuperación posquirúrgica tras la cesárea por una persona de su entorno constituye un apoyo emocional que disminuye la ansiedad que genera la cirugía, al tiempo que facilita el inicio del vínculo de la unidad familiar y la adaptación del recién nacido a la vida extrauterina.