El IES María Rodrigo ha sido el último lugar en acoger la exposición itinerante ‘Una mirada a los orígenes’, que recoge la vida de los carpetanos que vivieron en el poblado del Cerro de La Gavia y que recorrerá distintos centros educativos de Villa de Vallecas.

Imagen de los trabajos arqueológicos en el Cerro de La Gavia

En 1999, el comienzo de las obras del AVE Madrid-Barcelona permitió el descubrimiento de un asentamiento fortificado de una tribu prerromana en el Cerro de La Gavia. Entonces, el Ayuntamiento de la ciudad promovió una excavación arqueológica que se prolongó hasta 2004 y que ha servido para conocer cómo vivieron estos carpetanos.

La exposición ‘Una mirada a los orígenes’ muestra de forma didáctica varias facetas cotidianas del poblado, como los ritos funerarios, el urbanismo de los asentamientos o su producción artesanal.

Panel de la muestra ‘Una mirada a los orígenes’

Las infografías, que han permanecido hasta hace unos días en el vestíbulo principal del IES María Rodrigo después de pasar por el Centro Juvenil El Sitio de mi Recreo, recogen los trabajos desarrollados por los arqueólogos y las cuadrillas que colaboraron con ellos, imágenes de las construcciones carpetanas y de restos clasificados y datados de diversos utensilios y herramientas.

Este relato hacia el pasado enseña, además, la actividad económica, la artesanía, los usos y las costumbres de las primeras poblaciones estables de nuestra Comunidad y que se desarrolló durante más de quinientos años .

Gracias a la gestión de la Mesa de Cultura de Villa de Vallecas, está previsto que ‘Una mirada a los orígenes’ recorra otros centros educativos del distrito, entre ellos el IES Villa de Vallecas y el IES Santa Eugenia.

La excavación arqueológica también sacó a la luz vestigios de momentos históricos posteriores, entre otros, la colonización romana, trabajos para la construcción de un canal fluvial o un asentamiento militar durante la Guerra Civil española.

Vista aérea del poblado carpetano

Junto a los paneles, el arqueólogo Jorge Morín, director de la excavación del yacimiento, ofrece una charla en la que explica, entre otros asuntos, dónde estaba situado el poblado y el porqué de esta localización (en la encrucijada de comunicaciones ferroviarias cercanas al río Manzanares, frente al viaducto de la M-45), la configuración orgánica de la vida en el poblado (por ejemplo, la esperanza de vida giraba en torno a los 18 años en los hombres y 14 en las mujeres) y la decadencia del asentamiento, que finalmente se utilizó como necrópolis.