Luis Fernando Medina e Ignacio Sánchez-Cuenca, dos de los más grandes pensadores en la actualidad, debaten sobre el futuro de la izquierda. Será este jueves a las 19:00 en la librería Muga.

Conversaciones sobre el futuro de la izquierda, en Muga
Conversaciones sobre el futuro de la izquierda, en Muga

Este jueves 6 de febrero a las 19:00, la librería Muga (avenida Pablo Neruda, 89) acoge un debate que tratará de desentrañar cuál es el futuro de la izquierda. Para ello, contará con dos de los más grandes pensadores en la actualidad: Luis Fernando Medina Sierra e Ignacio Sánchez-Cuenca.

Luis Fernando Medina Sierra

Nació en Bogotá (Colombia) en 1968. Estudió Economía en la Universidad de los Andes y Filosofía en la Universidad Nacional de Colombia. Ha sido profesor de Ciencias Políticas en diversas universidades, entre ellas la Universidad Carlos III de Madrid. Es también autor de varios artículos y libros sobre modelos formales de economía política y sobre filosofía política de la justicia social y el socialismo.

En Socialismo, historia y utopía, hace un balance filosófico e histórico de la tradición socialista para entender su legado, en busca de ideas que tengan relevancia y potencial para los retos de la sociedad presente. Así, propone que los fracasos y tragedias del socialismo durante el siglo XX fueron inevitables dadas las condiciones del momento, pero indica que en la sociedad actual las ideas socialistas pueden ser una guía valiosa para la acción.

Ignacio Sánchez-Cuenca

Profesor de Ciencia Política en la Universidad Carlos III de Madrid. Ha sido profesor en las universidades de Salamanca, Pompeu Fabra y Complutense. Es autor de numerosos libros y artículos académicos sobre violencia política, teoría de la democracia, política comparada y política española. Es colaborador habitual de La Vanguardia, el periódico digital infoLibre y la revista digital CTXT.

Su último libro es La izquierda: fin de (un) ciclo, en el que analiza qué puede ofrecer la izquierda en un mundo dominado por el capitalismo en el queda muy poco espacio para la soberanía popular.