Una vez más, la Batalla Naval de Vallekas fue un ejemplo de fiesta lúdica, utópica y reivindicativa, en la que miles de vecinas y vecinos quisieron mojarse por los derechos de las personas refugiadas.

Miles de vecinas, vecinos y simpatizantes vallecanos se congregaron el domingo para empaparse de pies a cabeza en la 36ª Batalla Naval de Vallekas, una multitudinaria fiesta organizada por la Cofradía Marinera de Vallekas que cada año reúne a un mayor número de seguidores y que se ha convertido en el evento estrella de las fiestas del distrito de Puente de Vallecas.

En esta ocasión, la batalla, que tenía como lema ‘Vallekas, puerto de acogida. ¡¡Derecho de asilo ya!!’, estaba dedicada a los refugiados y a denunciar su situación. «Puente de Vallecas ha ido creciendo con la llegada de personas migrantes, que han ido conformado un barrio solidario, que acoge e integra a todas las personas que viven en él», recordaba la Cofradía Marinera, que esperaba la participación de más de 14.000 asistentes.

La fiesta arrancó a las 13:30 en la Plaza Vieja con la tradicional paella popular, una comida para 600 personas cuyo objetivo es servir de hermanamiento entre cofrades y vecinos del distrito, promoviendo la convivencia intercultural e intergeneracional. Un momento propicio para entablar amistades, coger fuerzas y prepararse para la marcha posterior por las calles aledañas.

Después, a las 16:30, tuvo lugar la lectura del pregón, en el bulevar de Peña Gorbea, a cargo de Alhagie Yerro Gai, que procede de Gambia y llegó en 2009 a nuestro país. Activista de los Derechos Humanos, es la primera persona migrante que ha denunciado la situación de los CIEs (Centros de Internamiento de Extranjeros) en el Parlamento Europeo.

A continuación, salieron las charangas, carrozas, marineros, cofrades y vecinos hacia la llamada «Zona Húmeda», liderados por un barco en el que se podía leer un mensaje de apoyo a las personas refugiadas.

El recorrido atravesó las calles Puerto Alto, Martínez de la Riva, Monte Perdido y Arroyo del Olivar, antes de finalizar en la calle Payaso Fofó, donde aguardaban varios cañones cisterna. «Participar en la Batalla Naval implica un baño indiscriminado que no entiende de género, edad o procedencia», señalaba la Cofradía Marinera, que ya tiene la mente puesta en el domingo 15 de julio de 2018, fecha de la próxima Batalla Naval.