Una muestra fotográfica rememora el importante papel de las Misiones Pedagógicas de la Segunda República en el Centro Cultural Paco Rabal .

El 29 de mayo de 1931 se crearon por decreto del Gobierno provisional de la Segunda República las Misiones Pedagógicas, una iniciativa que acercaba a las aldeas y pueblos más remotos de España la cultura y los adelantos que provenían de las ciudades. La exposición fotográfica, que se puede ver hasta el próximo 13 de febrero en el Centro Cultural Paco Rabal (Calle Felipe de Diego, 13), recorre la historia de ese proyecto hasta su violenta interrupción con el estallido de la Guerra Civil en 1936.

Grupo de espectadores ante una copia de 'Las Hilanderas' en Cebreros (Ávila) en 1932 (Foto: Residencia de Estudiantes)
Grupo de espectadores ante una copia de ‘Las Hilanderas’ en Cebreros (Ávila) en 1932 (Foto: Residencia de Estudiantes)

La muestra comienza con los antecedentes de esta experiencia, cuando en 1881 Francisco Giner de los Ríos, desde la Institución Libre de Enseñanza, encargó su puesta en marcha a Manuel B. Cossío. También recoge los servicios que ofrecían estas «misiones ambulantes»: el Servicio de Bibliotecas, el Museo del Pueblo, el Cine, el Coro y Teatro del Pueblo, la sección de Música y el Retablo de Fantoches (guiñol).

Su papel fue esencial en el proceso de modernización de la sociedad española anterior a la Guerra Civil. Los jóvenes intelectuales, pintores, escritores o maestros que colaboraron en esta iniciativa recorrieron cerca de 7.000 pueblos y aldeas, en los que repartieron más de 5.000 bibliotecas con más de 500.000 libros. Entre estos «misioneros» de la educación y la cultura se encontraron personalidades tan importantes como el cineasta José Val del Omar, el poeta Luis Cernuda, el pintor Ramón Gaya, el músico Eduardo Martínez Torner, la filósofa María Zambrano, el dramaturgo Alejandro Casona, la pintora Maruja Mallo o la escritora y maestra Carmen Conde.

El Teatro y Coro de las Misiones actuó en más de 300 pueblos de toda España, y su Museo del Pueblo llevó a muchos de ellos reproducciones de las obras más emblemáticas del Museo del Prado. La muestra ilustra, además, lo que supuso para aquella juventud llena de ilusiones su colaboración en las Misiones Pedagógicas, y la ruptura que produjo en sus biografías el estallido de la guerra y el final del régimen democrático.